Conozca el proyecto que busca re-expandir los pulmones de pacientes con Covid-19

Ha quedado demostrado, el COVID-19 es un virus agresivo que ataca el sistema respiratorio de los pacientes y podría llevarlos hasta la muerte. Pero, además, es un enemigo al que debemos enfrentar dos veces en diferentes campos de batalla: la primera, durante la atención en los centros médicos de todo el mundo; la segunda, durante el proceso de rehabilitación de personas que sufrieron el mal y se recuperaron exitosamente.

Según datos citados en un proyecto propuesto por el profesor Jaime Alberto Aguilar Zambrano PhD, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Javeriana Cali, el 26 % de las personas que padecen coronavirus requiere ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos, y el 47 % de ellas va a necesitar ventilación mecánica.

Asimismo, en el documento de la propuesta de investigación se puede leer que “los pacientes desarrollan fibrosis pulmonar, y se ha reportado que algunos ya recuperados han presentado una reducción de su capacidad respiratoria entre el 20 % y el 30 %, incluso las tomografías pulmonares mostraron imágenes de vidrio esmerilado”.

Ante esta realidad el doctor Aguilar, acompañado de un equipo de profesionales de la Universidad Javeriana Cali y la Universidad del Valle, se ha propuesto diseñar un incentivo respiratorio para re-expandir los pulmones.

“Se trata de un producto tecnológico de ayuda a la terapia respiratoria del paciente que determina flujo y velocidad de inspiración del aire a partir de unas terapias prescritas al paciente”, explicó Aguilar Zambrano, ingeniero electricista, magíster en Automática y doctor en Proyectos de Ingeniería e Innovación.

En el proyecto del inspirómetro están involucrados la fisioterapeuta de la Escuela de Rehabilitación Humana de Univalle, Esther Wilches, el biólogo Helberg Asencio PhD, el ingeniero Manuel Valencia, la diseñadora Diana Riveros y el ingeniero Alejandro Matiz.

De acuerdo con el doctor Aguilar, con este producto los fisioterapeutas y los médicos podrán hacer el seguimiento y conocer la evolución del tratamiento del paciente al obtener datos cuantitativos de la capacidad pulmonar del paciente a lo largo de la terapia; también contarán con la herramienta necesaria para prescribir la terapia de re-expansión en más de un paciente al mismo tiempo, incluso practicar telemedicina con personas aisladas por el virus o en zonas alejadas de las ciudades principales del país.

Una de las ventajas del inspirómetro, advierte el doctor Aguilar, es que “el diseño del sistema no requiere que el paciente tenga que sostener el equipo con sus manos, disminuyendo el riesgo de contagio para otros usuarios o profesionales de la salud”.

Por otra parte, el producto contará con un software que contiene una actividad lúdica para estimular visualmente al paciente y que este permanezca motivado durante el tratamiento.  

“Por el momento estamos en un proceso de análisis del prototipo desarrollado para replicación del mismo, a su vez, en la búsqueda de proveedores de los componentes electrónicos y de inversionistas que apoyen este desarrollo tecnológico. Si tenemos los fondos podríamos tener el sistema con diez equipos en nueve meses”, manifestó el ingeniero.

Finalmente, cabe anotar que el dispositivo podrá usarse para la recuperación de pacientes que padecen otras patologías respiratorias además del SARS-CoV-2.

¿Qué se necesita?

El doctor Jaime Aguilar y el equipo que trabaja con él busca recursos económicos para llevar a cabo el proyecto que tiene un costo de $250 millones. Por tal motivo, están participando en una estrategia de recaudación de fondos voluntarios.

Quien desee apoyar esta iniciativa puede hacerlo ingresando aquí.

Por su parte, el profesor Helberg Asencio, PhD, está coordinando un trabajo con los miembros del semillero Innovar para servir, lo que les permitirá avanzar en el proyecto que necesita contar con la participación de ingenieros, diseñadores y fisioterapeutas.

Este equipo interdisciplinario se encargará de “afinar un prototipo inicial creado desde un trabajo de grado que dirigí con nuestro egresado, el ingeniero Luis Fernando Torres Perea”, expresó Aguilar.

El grupo de estudiantes del que habla el académico también tendrá la responsabilidad de validar la medición del sistema, desarrollar un conjunto de juegos que funcionen con la terapia, construir planos de fabricación del sistema, fabricar diez sistemas incentivos y hacer las pruebas con las personas de manera estructurada.

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